Reservas naturales, Laurissilva y los Parques de Madeira

Zonas protegidas y parques

El bosque de laurisilva es una maravilla natural que posee una enorme y rica biodiversidad de especies endémicas, tanto de flora como de fauna. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999 y cubre un área de 150 km2, 120 de los cuales pertenecen a la Reserva Natural. Las zonas protegidas fueron creadas para conservar diferentes especies en peligro de extinción y, por ello, ya en octubre de 1982 el Gobierno Regional de Madeira había declarado dos tercios de la isla como Reserva Natural, con el fin de implementar la labor de protección y vigilancia de las especies amenazadas.

Cuando Madeira fue descubierta en 1419, la mayor parte de su terreno era bosque. Los pobladores quemaron gran parte de la isla para limpiar el terreno y poder cultivar. Hoy en día, debido a su agradable clima, la mayoría de la población está situada al sur, pero el bosque original aún se puede encontrar en las laderas y profundos valles de la isla. Este bosque de laureles lo constituyen árboles de la familia de las lauráceas y numerosos ejemplares de otras especies de plantas. La conservación de este entorno es primordial, por lo que no está permitido el ganado ni las cabras en estas zonas.

Otras zonas protegidas, además del Parque, son las Reservas Naturales de las islas Desiertas y las islas Salvajes, así como las Reservas Marinas de Garajau y Rocha do Navio. Para visitarlas se requiere un permiso especial.



Madeira El Parque ecológico es una zona protegida situada en Pico do Arieiro, al norte de Funchal, y posee impresionantes vistas. El lugar cuenta con un área de 10 km2 especialmente rico en flora y fauna, que ofrece excelentes recursos para estudiar su geomorfología y biología, por lo que se usa a menudo como un aula al aire libre. Asimismo, cuenta con algunos árboles raros autóctonos de Madeira, como las sorveiras (Sorbus maderensis), los árboles de Santa María (Clethra arborea) y los barbusanos (Apollonias barbujana). Se ha llevado a cabo un proyecto de reforestación para restaurar varias especies autóctonas pertenecientes a la familia de las lauráceas, una importante medida de conservación que ahora se ejecuta de forma habitual. Además, este parque cuenta con zonas de ocio para el disfrute de los visitantes.


Madeira El Parque forestal de Ribeiro Frio, situado también al norte Funchal, es famoso por sus preciosos jardines y senderos. Este parque está repleto de plantas autóctonas y altos árboles que cubren sus montañas. Pasee en medio de la naturaleza hasta las profundidades del bosque de laurisilva y descubra su auténtica belleza.


Madeira El Parque Forestal de Queimadas está en la costa oeste, junto a Santana. Es un bello parque rodeado por bosques de laurisilva con fantásticos caminos y zonas de picnic. Conduce a un maravilloso bosque repleto de la más densa y extraordinaria vegetación: altos árboles, flores y famosos senderos como Caldeirão Verde, Caldeirão do Inferno y Rancho Madeirense, donde encontrará las casas típicas de Santana y un restaurante.


Madeira La Reserva Natural de Garajau se creó en 1986 y está situada en la costa sureste de Funchal. Uno de los lugares más famosos de Madeira para bucear con una extraordinaria riqueza submarina de numerosas especies de peces como meros, morenas, mantas raya, caballitos de mar y muchos más. Es un lugar ideal para el submarinismo amateur y atrae a muchos turistas. Esta reserva parcial de la naturaleza está protegida y controlada. No está permitido pescar y solo las barcas pequeñas pueden acercarse a la playa.


Madeira Reserva Natural de Rocha do Navio, también conocida como Ilhéu da Viúva, está en la región de Santana, en la costa noreste de la isla. Las autoridades decidieron proteger este área desde 1997, debido a la pesca ilegal con explosivos que dañó el fondo marino y puso en peligro su delicado ecosistema. Hoy en día está rehabilitada y cuenta con un precioso paisaje. Se permiten la entrada a las barcas pero las redes y la pesca submarina están prohibidas. Cuenta con aves marinas como el charrán o la pardela cenicienta y es un hábitat apto para el futuro regreso de la foca monje.


Madeira La Reserva Natural de Ponta de São Lourenço está situada al extremo oriental de Madeira. Sus rocas sedimentarias permiten que florezca una serie de plantas y animales autóctonos únicos. Esta península de 9 km de largo recibió su estatus en 1982. Además de su vegetación, es también el hogar de muchas especies de aves e incluso se ha avistado a alguna que otra foca monje jugando por la zona.


Madeira Reserva Natural de las islas Desiertas. 22 millas al suroeste de Funchal se encuentra un grupo de islas deshabitadas conocidas como Desierta Grande, Bugio, Ilhéu Chão y Prego do Mar. En 1990 la población de focas monje estaba casi extinta, por lo que fueron declaradas Reserva Natural. Solo se contaban seis u ocho ejemplares en 1989, cuando era una de las especies más amenazadas del mundo, aunque gracias a los esfuerzos de autoridades y científicos, siguen experimentando una increíble recuperación, con aproximadamente 30 ejemplares en la actualidad. Se requiere un permiso especial por adelantado para visitar estas islas. Bucear o navegar cerca de la reserva está prohibido, aunque se organizan algunas excursiones comerciales.


Madeira La Reserva Natural de las islas Salvajes, creada en 1971, es un grupo de tres pequeñas islas deshabitadas: Salvaje Grande, Salvaje Pequeña y Ilhéu de Fora, situadas 280 km al este de Madeira. Esta Reserva Natural cuenta con las impresionantes e inusuales especies de plantas endémicas y, debido a sus perfectas condiciones para anidar, constituyen un gran refugio para las aves. Es necesaria una autorización especial para visitar estas islas, aunque se organizan algunas visitas comerciales.

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